domingo, 25 de julio de 2010

Calabaza, déjame pasar


En verano hay tanta luz, tanto bullicio, tanto barco inutil en la mar y tanto coche por los caminos de ida y vuelta que solo deseo esconderme entre la umbría, cobijada por la grandeza curcubita de esta planta reptadora. Aqui me voy a quedar un buen rato.

martes, 20 de julio de 2010

capitulo 2º


Transmutada en color verde puedo observar la vida desde el reino vegetal, encarnándome sucesivamente en trébol, judía verde, laurel, lechuga...La vida en la huerta es apretada, móvil e inmóvil, aunque todo tiene raíces.
Desde la hoja mas alta del manzano se ve todo. La aparente calma es solo la expresión del equilibrio entre lo que existe, incluidos los seres del reino animal que allí se cobijan y encuentran sustento.
Todo depende de todo y es verde.

lunes, 19 de julio de 2010

Capítulo 1º

Estoy en el salón de mi casa, anochece y vagamente empieza a desaparecer la pared de enfrente.
Por sorpresa, del otro lado no está el cuarto del vecino, sino un mandarino , repleto de hojas, rechoncho, con las mandarinas incipientes, pequeñas y verdes. Al lado un limonero, un poco mas despoblado, con limones que amarillean y cuelgan como las bolas del árbol de Navidad. Detrás de ambos revolotean los zarcillos de una viña recién sulfatada y mas allá la oscuridad, la noche, el silencio. Sigo sentada en el sofá contemplando y escuchando. El mandarino me da frondosa conversación, cae un limón como dando la hora, lo verde oscuro me acoge en su color húmedo, musgoso. Desaparezco como la pared, derretida en trébol y en fin, mi cometido en la huerta es servir de refugio a una luciérnaga.

martes, 13 de julio de 2010

Cantar de mio Cid, mediados del siglo XII


Ya se parte el buen Cid,
sin al rey besar la mano,
con trescientos caballeros,
todos eran hijosdalgo;
todos son hombres mancebos,
ninguno no habia cano.
Todos llevan lanza en puño
y el hierro acicalado,
y llevan sendas adargas,
con borlas de colorado;
mas no le faltó al buen Cid
por donde asentar su campo.

sábado, 10 de julio de 2010

vuvuzelas en do




Versión grave del asunto

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jueves, 8 de julio de 2010

la épica contada por los modernos rapsodas

La pelota es roja.

Esa camiseta blanca y negra, esa mística no resiste a la técnica, al baile.

Iniesta centra un ladrillo, pero a Puyou le da igual.
Melena al viento y en el aire no se sabe si es felino en salto depredador.

Un impulso y un cabezazo violento en el que se empieza a romper el cascarón de un sueño.

Xavi se cosió los galones, muy ayudado por la movilidad deliciosa de Iniesta, jugó mas suelto pero le costó encontrar agujeros. Garantizó la posesión pero no dió con la velocidad ni la fórmula por donde arrugar a Alemania.

España insistió en su dominio, metió mayor determinación, mas ganas de alcanzar la final.

Pedro volvió a desplegar movilidad, Iniesta tiró de su repertorio cargado de ingenio, Xavi y Xabi, mas adelantados, añadieron al fin velocidad y daño a la circulación.

Y sobre la hora de juego, como casi siempre, esta vez sin remover el banquillo, España ya se encendió.

(José Miguelez, Ladislao Javier Moñino- rapsodas)

sábado, 3 de julio de 2010

Pinyin

Imagen de Chino-China.com Suô léi dá


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jueves, 1 de julio de 2010

voar é bo

Ía tempo que o piollo lle daba voltas a iso de repetir a experiencia de subirse a un paxaro e voar con el. Xa a sabendas de como era iso podería pasearse polo prado e estar atento a non confundir a herba coa pluma.
E fíxoo! Foi e pronto encontrou unha ave lindísima e rubiulle polas plumas ata apreixarse ben, esta vez, entre as súas dúas ás para estar máis equilibrado e non perderse nada do que vise desde alí.
O paxaro voou alto e rápido entrando de súpeto na noite que aínda parecía tan lonxe desde o prado.
Embaixo víase nada, todo escuro, e ao cabo dun momento apercibiuse unha pedra grande e con moita luz que lle saía de dentro e con formas que parecían picos e coroas.
O paxaro baixou un pouco e entón o piollo escoitou un son ao lonxe: porrou-porrou - tan -tan-ton-porrou - ton-borroporrou-ton tan - …
O paxaro volveu o cabeza e graznou:
! Saúde Berenguelaaaaaaaaaaaaa!
E a rocha contestou de lonxe: ton-ton-ton-ton - e así ata 13 badaladas que parecían.

A ave tomou terra e foi entón cando o piollo se decatou de que ían alí máis piollos como el, un grupo deles moi indignados, todos cunha cinta vermella e chifres e berrando algo como que se confundiran de paxaro e volta que hai que berregar algo de Sudáfrica e a soprar polos chifres.

Pero o paxaro non se inmutóu, deixounos alí a todos sen enterarse sequera de que nos apearamos e foise a parolar coa súa amiga Berenguela voando ao seu arredor e dándolle pasadas de moi preto. O piollo ollaba asombrado desde embaixo a inmensa pedra lucente coa cousa Berenguela arriba de todo e o paxaro e outros máis voando ao seu arredor co peito e as ás iluminados por aquela luz branca e brillante. Tal parecía a escena dun baile de gala.
(Adicado á miña filla).