martes, 22 de junio de 2010

Abanico con experiencia


Ahora que llegó el verano conviene sacar el abanico. Este es uno muy mayor que ha abanicado los rostros de varias generaciones de señoras. Su compostura hace al aire moverse con parsimonia, rozando levemente el cutis y refrigerándolo. El aire se lleva bien con este delicado objeto hecho de nacar, hueso, seda y diminutas lentejuelas.
(Nada que ver con la brutalidad actual del aire acondicionado).

2 comentarios:

Sun Iou Miou dijo...

Los abanicos son bonitos y tengo alguna joya de esas heredada, pero me ponen un poco de los nervios, con el taca-taca-taca...

El aire acondicionado, si lo pusiesen a una temperatura decente...

Sun Iou Miou dijo...
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